jueves, 7 de marzo de 2013

07/03 LA SEMANA DEL MUNDO AL REVÉS



Estamos viviendo una típica semana de principios de marzo, temporales incluidos… pero sólo en lo meteorológico porque, en todo lo demás, la lógica está recibiendo duros y reiterados reveses.
Asomarse a la actualidad y tener la impresión de estar viviendo en otro mundo es todo uno, y es que no hay nada como la realidad para hacer palidecer la ficción. ¿Exageraciones? Claro, claro…

Abriendo fuego en esto del surrealismo aplicado, la ministra Ana Mato hizo los honores convocando una rueda de prensa, coincidiendo con su presencia en la ONU, en la que no admitió preguntas y que provocó un plantón de la prensa; sinceramente, me resulta más extraterrestre que los medios reaccionasen a que Mato prohibiera preguntas... sorpresas de dignidad te da la vida. La postura de los profesionales de los medios terminó forzando a la ministra a admitir que se le preguntase… algo es algo, aunque, nada nuevo por otra parte, lo que dijo equivalió al silencio.

Silencio es lo que hubiese tenido que mantener el jefe de la leal oposición. Y es que Rubalcaba, en un alarde de autocrítica cargada de imagen, afirmó eso de “nos lo tenemos que currar, hay que estar con la gente”. Que alguien me aclare por vía de urgencia si, hasta ahora, no habían contemplado ni lo de acercarse a la gente (que somos usted y yo, por si no había caído) ni currárselo para convencernos de que sus ideas suponen algo más que la derrota de la derecha. En fin, lo que hay… que es muy poco, dicho sea de paso.

Paso alegre el de Julio Linares que, mediante el pago de una indemnización que ronda los 30 millones de euros de nada, ha dejado de ser consejero de Telefónica. En un país en el que los parados suman más de 5 millones, las prestaciones sociales son irrisorias y el foso entre los que tienen, y los que no, es cada vez más grande, que el despido de un consejero de Telefónica se valore en más de cuatro mil millones de las fenecidas pesetas es, sin duda alguna, una vergüenza.

Vergüenza deberíamos sentir al saber que a pesar de toda la mierda que diariamente está saliendo a flote, por ahora, el único condenado por todo lo relacionado con la trama Gürtel haya sido Don Baltasar Garzón, y ello por unas escuchas que se consideraron ilegales. A ver si me aclaro: unos chorizos se enriquecen a costa del dinero de todos, sirven de engrasadores de políticos, infectan al PP hasta deteriorarlo en grado sumo… ¿y el único culpable, hasta la fecha, es el juez que los investigaba? Pues sí, oiga, y tan campantes…

Campante se ha quedado nuestro superministro de Economía (risas no, gracias) Luis de Guindos que, en un alarde modo presidente del Gobierno ha asegurado que, por ahora (importante matiz) no se plantea hacer caso de las recomendaciones de Bruselas en torno a subir la tasa de impuestos sobre los carburantes, pero, eso sí, toma nota. ¿Quién se apuesta algo a que sube la gasolina en Semana Santa?
Santa es la paciencia que estamos teniendo con el tema Bárcenas. Que si demando al PP por despido improcedente, que si por maltrato laboral, que si desde el PP se habla de manzanas podridas pero demando al diario El País por publicar los papeles del ex tesorero, porque al que no se sabe muy bien si despedido Bárcenas, ni mencionarlo, no vaya a ser que le dé por hablar… más, claro. Por cierto ¿por qué tanto miedo? Mientras, los paraísos fiscales siguen albergando los millones de euros del que fuera senador del partido de Rajoy. Por ahora, todo ese dinero parece haber surgido de la nada. Qué le vamos a hacer, todo esto pasa en los mundos en los que todo va al revés.

Elvita, que no suele equivocarse en sus dictámenes, asegura que “si en lugar de estar todos tan calladicos exigiésemos explicaciones, otro mundo nos tocaría vivir”. Y punto, añadiría yo. Mundo al revés, mucho más que un cuento infantil: nuestra triste realidad.

¿Vitriolo? A cántaros… y poco me parece ya.