Los huracanes es lo que tienen, lo arrasan todo, sin
piedad ni sentimientos, dejando tras de sí una estela de incomprensible
desolación, algo así como lo que ha ocurrido con el Huracán Sandy, que
amenazando con destruir Nueva York, copó las portadas de todos los medios. Al
final, tanto despliegue informativo sirvió de poco en la capital financiera
norteamericana porque el huracán mutó en tormenta. En Haití no tuvieron tanta
suerte y el balance del paso del “Sandy” ha sido brutal: 54 muertos, 20
desaparecidos, riesgo de crisis alimentaria (otra más) y brote de cólera
(también uno más). Pero bueno, allí están acostumbrados, es lo que solemos
pensar, ¿verdad? ¿Para cuándo una Estatua de la Libertad en Puerto Príncipe?
Así quizás las cosas fuesen más fáciles. Más difíciles, desde luego, no serían.
Para huracán el que tiene visos de desintegrar al
PSOE, o al menos a su Ejecutiva. Buena prueba de ello es que hasta los
editoriales de los primeros diarios toman partido. Y mientras, el electorado
que no sabe qué pensar… bueno, sí que lo sabe, de ahí los resultados. Decir,
como asegura Rubalcaba, que tiene la confianza de su partido y esperar a las
elecciones catalanas, es tanto como ponerle día y hora a la explosión final.
Sólo falta saber quién será el salvador de turno; se aceptan apuestas.
Paradojas de la vida: las muchas voces socialistas,
en defensa y ataque del líder, se intentan vender como Democracia interna
mientras que los votantes la ven como una debilidad. Queremos listas abiertas y
libertad de expresión y al mismo tiempo rechazamos los debates internos por
entender que debilitan los partidos. Quizás es que tampoco se trate de debate
interno y sí de un juego de tronos más.
Ya es oficial. Uno de cada cuatro españoles está en
paro. La prioridad del Gobierno era el paro pero, al mismo tiempo, impulsó una
Reforma Laboral que sólo ha facilitado los despidos. Uno de cada cuatro
españoles está sin trabajo, con lo que eso implica; somos sencillamente un país
sumido en la miseria técnica. Consecuentemente, las siguientes cifras tampoco
deben extrañarnos: las ventas minoristas cayeron un 12,6% en septiembre,
influencia de la subida del IVA. Otro dato estremecedor: sólo los hogares
sustentados por jubilados han aumentado su gasto desde 2007. Está claro, la pensión
de jubilación y el techo de los padres ha vuelto a servir de cielo protector a
decenas de miles de familias.
Para demostrar que el optimismo es la solución, el
ministro Montoro, sin sonrojo alguno, ha afirmado que éste es el último año de
recesión. Cuando no se tiene nada que decir, se vende humo. Ya deberíamos estar
acostumbrados.
A bombo y platillo, el presidente Rajoy afirmaba hace
justo una semana que ya se habían recaudado casi 8500 millones de Euros
relativos al fraude fiscal. Para terminar la faena afirmó que “la obligación
del Ejecutivo es hacer del fraude fiscal una práctica en desuso porque es de
justicia y ayudará al objetivo de recuperar el crecimiento económico y la
creación de empleo”. El tsunami, por su parte, también venía en forma de
cifras: algunas estimaciones aseguran que, entre 2005 y 2012, se han esfumado
17 billones de Euros a paraísos fiscales. Poco más que añadir.
La guinda a toda esta podredumbre la ponía un nombre:
el que fuera Presidente balear y ministro del PP, Jaume Matas. Según la
investigación policial no hay dudas y habría dirigido la financiación irregular
del PP.
Después se quejan los de las bancas rojas, y
compañeros mártires, de que los ciudadanos tomen la palabra en plena calle.
Palabras llenas de vitriolo es quizás lo que nos haga falta para impedir que el
huracán social destruya lo poco que aún queda en pie…Lo dicho, sólo nos queda coger
el chubasquero para paliar la que nos está cayendo encima, ¿o tomar medidas?
Como siempre, usted sabrá.