jueves, 31 de enero de 2013

31-01



Las semanas se suceden, e incluso los meses y, a riesgo de pecar de perogrullo,  no me queda más remedio que reafirmar que la mierda (verbigracia) sigue teniendo el mismo olor y consistencia ¿alguien lo dudaba? Aunque debería ser a la inversa, los años han ido minando nuestra capacidad de asombro: ni cuentas en Suiza ni sobrecogedores personajillos tienen ya la capacidad de asustarnos. La corrupción es, desgraciadamente, un hecho banal y asumido.

Lo de menos es quién repartía/reparte los sobresueldos y, si me apuran, como poco importante es saber quién los recibe/recibía. Insisto, pura anécdota.
La salida de la mierda a la superficie, que bien es sabido siempre acaba flotando, es la combinación y consecuencia de unos hechos denigrantes y de las sempiternas luchas internas por el control del aparato, sea cual sea.

Curiosamente, nuestra reacción no es ni la de pedir cuentas, ni la de formular ese contundente ¿por qué? capaz de desarmar a cualquier experto del “donde dije digo”. Pero no, decididamente no; nuestra carambola mental pasa por poner en duda el régimen de libertades elevando al grado de sublime la falaz y letal ecuación de que “siempre será mejor que uno robe a que roben muchos”.

En primer lugar, porque aquí nadie está para robar y si, como todo indica, eso se produce (aunque me niego rotundamente a generalizar), tenemos el deber moral de desterrar de la vida pública a quienes lo practican/protegen/justifican y/o encubren…y, en segundo lugar, debemos alejarnos de la peligrosa opción del eterno salvador que sólo serviría  para que se repitiese la historia, y eso sí que sería lamentable… aunque mucho me temo que, decididamente, nos encaminemos a ello a marchas forzadas. Las encuestas afirman que los españoles desconfían de la Democracia y, por ende de los políticos, sin embargo nadie parece querer cuestionarse de dónde procede el dinero que controlan los muchos Bárcenas de todo pelo (bien es sabido que en todos los baciones -dí﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽gen y /o encubrenrten sobras)los barcenasstos perros de la Democracia y a quienes los protegen y /o encubrenícese en Aragón del lugar donde comen los cerdos- se arrojan despojos, sean del color que sean estos bastos recipientes). Así, nadie se pregunta quienes son los verdaderos beneficiarios de tanto dinero repartido, esos lobbys con intereses comerciales y financieros concretos o multinacionales con fines muy claros en forma de indecente cuenta de resultados que continúan impunes ante lo que está cayendo. Faltaría más.

Pero hasta ahí nadie llega, ni usted, ni yo, ni los medios….ni nadie, ni absolutamente nadie y todo eso con 6 millones de parados haciendo cola en el INEM.
  
Dice Doña Elvita, que de poner las cosas en su sitio sabe un rato largo, que como sigan, unos y otros, presionando en la misma dirección acabarán por “escular” el tinglado…y como sabiamente agrega: “si es para que reaccionemos de una vez por todas y para que todo cambie, mañana es tarde”.

Así que, hablar de escándalos a estos niveles es sencillamente una ridiculez o una tomadura de pelo, que para el caso….

¿Vitriolo para tanta porquería? Floja me parece la medida pero, como ya bien intuye, usted sabrá lo que más le conviene…..pero eso sí, a  mierda sí que huele todo esto, sin duda alguna.

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